
La Libertad
Una nueva emergencia ambiental se registró a las 05 y media del último lunes en el caserío de Huancay, distrito de Marmot-Compín, provincia de Gran Chimú, lugar donde opera y tiene sus instalaciones la compañía minera Río Chicama.
Según fuentes locales, se reportó un derrame concentrado de relaves mineros que terminó por desembocar en una zona de regadío. El derrame, que discurrió por una quebrada, viene perjudicando a más de 200 familias que trabajan en una zona agrícola.
Según se tiene entendido esta cruzó por un campo de fútbol e ingresó a una acequia que abastece de agua al caserío Cerro Negro y Panamá. Los campesinos temen que el agua afecte sus tierras y destruya sus cultivos.
Por el momento se ha pedido a los pobladores de las comunidades de Septén y Pamas del Bao que no consuman el agua ni tampoco bañarse en las aguas del río Chicama porque resultaría perjudicial para la salud. El gerente de Agricultura; Hernán Aquino Dionisio, al tener conocimiento de los hechos anunció que enviará personal a la zona para evaluar los daños en el área agrícola.
Eduardo Rabines, uno de los propietarios de la minera, admitió que hubo un desborde de una laguna de acumulación de relaves, asimismo dijo que de inmediato se movilizaron para mitigar los daños. Estima que en una semana repararán los daños
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