Capos de ‘Narcocarbón’ dirigen mafia en Perú

Foto: Referencial

 

Callao

El hallazgo de 1.3 toneladas de cocaína camufladas en tubos, antes de ser exportadas a través del puerto del Callao revela a la mafia mexicana del cartel de Sinaloa, que deja al país pese a haber recibido un duro golpe años atrás con el decomiso de 7 toneladas de la misma sustancia en el sector Valdivia Baja del distrito de Huanchaco.

De acuerdo a las investigaciones, la mercadería, valorizada en cerca de 40 millones de dólares, le pertenece a la organización delictiva internacional liderada por Joaquín Guzmán Loera, más conocido como El Chapo.

Según la PNP, el mexicano José Manuel Ríos Pérez, es el cabecilla detrás de la cocaína camuflada en los tubos inmovilizados en el puerto del Callao. Él sería el designado por el cartel de Sinaloa para reemplazar a los prófugos de la justicia Marco Antonio Larios Díaz (a) Maki y Rodrigo Torres (a) Lic, dueños de la droga en el operativo del ‘Narcocarbón’. El nuevo cabecilla logró huir durante el operativo de los ‘Narcotubos’.

Otra pista que vincula a ambos casos es la forma en la que fue camuflada la droga. En el ‘Narcocarbón’, se pensaba diluir a la cocaína y convertirla en una masa compacta para pintarla de negro. En el caso de los tubos, fueron convertidos en líquido y colocados como cubiertas de los tubos de 11 metros de largo por 35 de diámetro y 1.5 pulgadas de grosor, tenía un peso de 170 kilos de cocaína, también se pintó de negro.

El encargado de plasmar todo este camuflaje, casi perfecto, fue Hilder Daniel Lino Céspedes, conocido como El químico, el hombre que desde el 2014 buscaba contactar el Cartel de Sinaloa para facilitar sus despachos de droga al extranjero

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