Ascope. Desde hace 15 días, el alcalde de Magdalena de Cao, Jhon Vargas Campos, vuelve a vivir un verdadero drama, debido a que los delincuentes lo amenazan de muerte si no les entrega determinada suma de dinero. Esta situación temeraria ha hecho que la autoridad edil haga algunos cambios en su recorrido a la hora de dirigirse a la comuna.
“Las llamadas eran incesantes. He tenido que cambiar todos mis números, porque los delincuentes llaman a toda hora y eso me tiene asustado, porque me piden 10 mil soles mensuales para no atentar contra mi vida”, dijo, visiblemente, nervioso el burgomaestre.
Agregó que decidió tomar algunas medidas personales de seguridad, ya que la policía le ofrece muy poca seguridad. “Temo por mi vida y ahora espero que no me pase nada”, insistió un tanto resuelto Vargas Campos. Dice que “los mensajes comenzaron a llegar hace unos días. De inmediato yo he denunciado el hecho en la policía; porque no pienso dar ni un sol a estos delincuentes”, acotó la autoridad.
Merced a una investigación hecha por la policía durante el año 2016 se advirtió que las llamadas provenían desde el penal de Piedras Gordas de la ciudad de Lima. En aquel la oportunidad eran mensajes de texto extorsivos al alcalde y la policía comenzó con el rastreo de las llamadas hasta dar con el autor de los hechos. Se desconoce el estado de la investigación. En aquella oportunidad le pedían 30 mil soles para no atentar contra su vida y la de su familia.
De otro lado, los choferes de colectivos cansados de las intimidaciones decidieron continuar con la reducción de horas de trabajo. La tarde del sábado fue baleada una unidad que iba hacia el centro poblado de Salamanca en Magdalena de Cao.
La tarde del martes –de igual manera–una unidad recibió dos impactos de bala por presuntos extorsionadores que han centrado sus actividades criminales en el distrito turístico del valle Chicama.
Por las noches solo dos unidades se atreven a prestar el servicio ya que el resto prefiere guardar temprano para evitar este tipo de represalias por negarse a pagar cupos. En Magdalena de Cao hay más de 20 unidades que prestan servicio hacia Chocope y viceversa.
El tramo es por lo general desolado y de eso se aprovechan los delincuentes para esperar a los vehículos y amedrentarlos con incendiar sus unidades si es que no pagan un cupo.
Con chaleco antibalas. En diciembre del 2016, y tras ser reiterativas las amenazas de muerte y pedido de cupo, el alcalde de Magdalena de Cao, Jhon Vargas Campos, comenzó a despachar a la ciudadanía utilizando un chaleco antibalas.
Días después tuvo que devolver el chaleco ya que estaba prohibido que lo tenga un civil sin la autorización del caso.
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