El heredero del imperio Samsung, Lee Jae-Yong, fue condenado el viernes a cinco años de prisión en Seúl, Corea del Sur. Fue declarado culpable por soborno, malversación de fondos, fuga de capitales y perjurio por el pago o la promesa de pago de unos 32 millones y medio de euros a la confidente de la destituida presidenta surcoreana Park Geun-Hve
El tribunal juzgó que el pago era a cambio de que el gobierno respaldara la fusión de dos filiales de Samsung en 2015, una instancia clave para el traspaso del poder de la compañía a Lee, tras la crisis cardiaca sufrida por su padre en 2014.
Los abogados de Lee anunciaron que apelarán la sentencia. La expectativa por el juicio era tal que los 30 asientos reservados al público de la sala de audiencias debieron ser sorteados entre más de 400 interesados.
Unos 800 policías antidisturbios fueron desplegados en las afueras de la corte, para evitar enfrentamientos entre manifestantes rivales. (AFP)
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