Miles disfrutaron del Gran Corso de Primavera en Trujillo

Reinas y guaripolas colmaron las expectativas. El León de Oro se lo llevó la Caja Arequipa, el de Plata el Gobierno Regional y el de Bronce fue para Emtrafesa.

 

Trujillo

Las reinas y bastoneras extranjeras se despidieron de Trujillo con el Gran Corso, cerrando así con broche de oro el 67° Festival Internacional de Primavera.

El gigantesco y multicolor pasacalle fue visto por miles de personas, muchas de ellas incluso venidas de otras ciudades para disfrutar de este tradicional certamen que identifica a nuestra urbe.

El corso lo encabezó la soberana del Festival, Mariana I, quien era la más bella flor entre las miles con las que estaba decorado su carro alegórico. Ella repartió sonrisas y besos volados a lo largo del recorrido.

Las primeras bastoneras que estuvieron con el primer agrupamiento fueron Bailey Draper y Kimberly Law. En cada uno de los cinco agrupamientos del desfile estaban las bellas y ágiles guaripolas estadounidenses. Como siempre, fueron un espectáculo aparte. Ellas dejaron admirados al público con sus acrobáticos saltos y dominio del bastón. Arrancaron prolongados aplausos.

Asimismo, las comparsas ataviadas de diferentes trajes de colores daban la nota festiva y musical al gran desfile, ya que muchos de sus integrantes bailaban al son de bandas de músicos.

El Ejército Peruano presentó un grupo de soldados que ejecutaron una prueba de valor al dejar pasar sobre ellos los camiones portatropas. Otro grupo que arrancó aplausos fue el de los caballos de paso, marcando el compás de la marinera.

 

 PREMIOS

El León de Oro se lo llevó la Caja Arequipa, que presentó un carro  de motivo primaveral, el cual estaba adornado con gran cantidad de flores. La reina de la citada institución financiera llevaba dos alas gigantes de mariposa.

El Gobierno Regional de La Libertad obtuvo el León de Plata al presentar  una escena mochica, en donde se apreciaban guerreros delante de la imagen del Dios Degollador acompañados por doncellas.El León de Bronce fue para  Emtrafesa, que presentó a un ave gigantesca celeste delante de la cual estaba la reina. El carro estaba rodeado de floreros, simbolizando precisamente la estación de la primavera.

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