
Explosiones, al menos una de ellas causada por tres suicidas, sacudieron el aeropuerto de Bruselas y el metro de la capital belga el martes, provocando el cierre de la ciudad y elevando la seguridad en toda Europa. Más de 30 personas, entre ellas una peruana, han muerto por estos actos.
Bélgica elevó su nivel de alerta a grado más alto, desvió trenes y autobuses con destino a la ciudad y ordenó a la población que se quedara dónde estaba. Los aeropuertos de toda Europa reforzaron de inmediato su seguridad.
Las explosiones se producen tras la detención el viernes en Bruselas de Salah Abdeslam, principal sospechoso de los ataques terroristas de París en noviembre, tras cuatro meses de fuga.
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