Implicados en caso Galindo querían matarse entre ellos

El temor porque algunos de ellos los delate, la ambición por el dinero y los terrenos con los cuales, al parecer, traficaban desató una sangrienta cacería de brujas entre los cinco supuestos implicados en el asesinato del abogado William Galindo Peralta,de acuerdo a las investigaciones realizadas por el fiscal William Rabanal Palacios.

Víctor Hugo Segura Álvarez (39), quien actualmente está detenido en España por otro delito, al parecer por drogas, es uno de los que estaba bajo amenazas de muerte. La noche del 24 de octubre, incluso, fue blanco de un atentado. El hecho ocurrió en el pasaje Los Cisnes de la urbanización Los Pinos. Minutos antes recibió una llamada telefónica que le indicó acudir hasta ese lugar para que Joseph Oliver Llerena Danjoy (34) le pagara un dinero que le debía por un terreno. Al llegar, un sicario lo recibió a punta de balazos. Segura, quien es hijo de un policía en retiro, recibió nueve tiros en diferentes partes del cuerpo.

Casi al borde de la muerte fue trasladado a una clínica local, donde le salvaron la vida. Sospechosamente, Llerena, quien lo habría conducido hasta ese lugar, trabajó en el estudio jurídico de Galindo y, actualmente, está en calidad de prófugo de la Justicia por supuestamente estar, también, implicado en el crimen, ocurrido el 5 de noviembre del 2013. Segura habría viajado al extranjero, a refugiarse, porque sabía que tarde o temprano iba a acabar muerto.

Se salvó tres veces

No era la primera vez que Segura se salvó de la muerte. De acuerdo al colaborador eficaz,captado por el fiscal Rabanal, y quien delató a todos los que supuestamente planearon el asesinato de Galindo, Víctor Hugo la libró tres veces, antes de lo ocurrido en Los Pinos. El colaborador indicó que él y el desaparecido Mao Lennin José Reyna Aranda, quien habría sido secuestrado, asesinado y ocultado su cuerpo en venganza, estuvieron a punto de matarlo junto a César Augusto Bocanegra Agreda, conocido como Negro Mirco, a quien buscaban por solo haberles pagado 10 mil soles de los 40 mil que habían acordado darles por ultimar a Galindo Peralta.