España
“Demanes diàleg i et responen posant el 155 damunt la taula. Entesos”. Este tuit del líder del movimiento secesionista catalán, Carles Puigdemont, revela que su propuesta de diálogo, hecha pública apenas unas horas antes, cayó en saco roto. “Pides diálogo y te responden poniendo el 155 encima de la mesa. Entendido”.
Puigdemont se ha lamentado que el Ejecutivo central haya desoído su propuesta y que activara el engranaje del artículo 155 de la Constitución.
Se refería al anuncio del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que le envió un requerimiento a Puigdemont para que confirme si ha declarado la independencia de Cataluña y, si la respuesta es afirmativa, pueda rectificar antes de que se adopten otras medidas.
Rajoy le dio un plazo de ocho días para asegurarse que vuelva “a la legalidad”. Esa notificación es un paso que el Ejecutivo debe dar de manera obligatoria antes de aplicar el artículo 155 de la Constitución con el que se pueden suspender las competencias autonómicas.
Plazos, en dos fases
Los ocho días se cumplirán en dos fases: primero, Puigdemont tiene hasta el lunes, 16, a las diez de la mañana, para comunicar si él mismo o alguna otra “autoridad de la Generalitat” ha declarado la independencia de Cataluña. Se espera un ‘sí’ o un ‘no’. Otra respuesta diferente a un simple ‘no’ o el silencio administrativo se interpretará como que sí se ha declarado la independencia, lo que activaría la segunda fase.
En ese caso, Rajoy le daría tres días más, hasta el jueves, 19, a las diez de la mañana, para que restaure “el orden constitucional y estatutario”.
En el texto enviado a Puigdemont, Rajoy advierte que, si no se atiende el requerimiento, el Gobierno propondrá al Senado la adopción de las medidas necesarias para el cumplimiento por parte de Cataluña de “sus obligaciones constitucionales […] al amparo de lo dispuesto en el artículo 155 de la Constitución”.
El Ejecutivo podría asumir competencias autonómicas, iniciativas que deberían ser aprobadas en el Senado por mayoría absoluta.
Rajoy reveló los detalles del requerimiento en el Congreso. El líder del PP dijo que espera que Puigdemont “acierte fervientemente” en su respuesta. De hecho, en privado, sus principales colaboradores se muestran confiados en la marcha atrás del President porque, aseguran, cuenta con “margen político para rectificar”. Aun así, a través de Twitter, Puigdemont respondió lamentando que Rajoy haya puesto “el 155 encima de la mesa”.
Rajoy en su discurso desacreditó el 1-O, celebró el apoyo internacional a su defensa de la Constitución y rechazó cualquier tipo de mediación. Agradeció a las personas que “con buena intención” se han ofrecido, pero insistió en que no puede haber mediación entre la ley y la desobediencia.
Fuente: Agencias Internacionales
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