El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, evitó responder directamente a las acusaciones lanzadas en su contra por su exdirector del FBI pero buscó unir a sus seguidores con un desafiante mensaje.
«Vamos a pelear y ganar», dijo Trump dirigiéndose a sus simpatizantes en una reunión con gobernadores y alcaldes.
James Comey dijo este jueves ante el Senado que las presiones de Donald Trump relativas a la investigación sobre Rusia fueron «muy perturbadoras», aunque admitió que nunca le pidió que interrumpa el proceso.
En una audiencia que mantiene a Washington conteniendo la respiración, por la sensibilidad del testimonio, Comey reafirmó su versión sobre las presiones del presidente, pero dijo que no le cabía definir si ese hecho constituía una tentativa de obstruir la justicia.
«No pienso que deba decir si las conversaciones que tuve con el presidente fueron obstrucción de justicia. Fue una cosa muy perturbadora, desconcertante», dijo Comey ante la comisión de inteligencia del Senado.
El miércoles, Comey adelantó por escrito su testimonio, en un documento de siete páginas que tuvo el efecto de un verdadero terremoto político al narrar detalles de sus conversaciones con Trump en la Casa Blanca. (AFP)
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